para Esdras (cf. Esdras 7:6, 28) y Nehemías (cf. Nehemías 2:8, 18). Ezequiel, que conocía su Biblia, habría leído las palabras de Moisés: “Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará” (Deuteronomio 31:6). Pero el contenido de estas visiones, como veremos, sirve a otro propósito más aleccionador: Dios iba a juzgar a la desobediente Jerusalén. Dios hizo esperar a Ezequiel durante
Page 23